Aire plástico

profecía autocumplida

Desde hace 3 días, la mitad derecha de la punta del dedo anular en mi mano izquierda ha entrado en hibernación. Cuando el adormecimiento de mi dedo llego a mi mano y luego a mi brazo, pude ver como mis venas salían a la superficie a tomar aire cual peces cuya evolución reptiliana se ha quedado a medio camino. Un doctor ha hablado de la posibilidad de problemas de circulación y de una operación quirúrgica para instalarme un bypass en el dedo. Mi madre me ha dicho que una caja de pizza no es un doctor. He estado pensando al respecto.

Interludio sanguinal: la sangre humana es un mecanismo cuyo funcionamiento demanda que los círculos que la conforman llamados plaquitas, circulen en medio del plasma. De arriba a abajo, y de izquierda a derecha, las plaquitas se trasladan en lo que se denomina un movimiento migratorio infinito dentro de la corriente sanguinal vital. De este modo, una vez llegado a su punto de partida, el mecanismo se encarga de que todo empiece de nuevo. En su estado natural, la sangre es redonda. Esto se puede observar en la forma que adquieren las de gotas de sangre cuando huyen de un dedo recién cortado. Cuando es colocada en recipientes de vidrio ensayado, la sangre tiende a parecer rectangular. Y particularmente brillosa.

La muerte de un dedo: hipótesis
1. Mi primera hipótesis a priori es que todas las hipótesis son apriori.
2. La punta de mi dedo es cuadrada por dentro, y en consecuencia la sangre circula con dificultad o lo que es lo /eufe/mismo no circula.
1. Algo viene siendo construido sobre mi vena sin autorización, un algo que obstruye ahora el libre tráfico de sangre.
HAPARTE.- Una hipótesis posible es que mi cuerpo haya confundido la siguiente lectura:

dedo anular / anular dedo


Lo cual me genera un problema porque en realidad el orden de los factores si altera mis productos. Mi vena es sensible y llora.


Solo me doy una semana de vida
*.



[Uf. Que bueno que no soy doctor]



Ah sí, esto no tienen nada que ver con el aire plástico. Ni siquiera sé que es aire plástico.

Mi computadora humana


Si mi computadora fuera un ser humano, un ser humano haciéndose pasar por computadora, entonces tendría 95 años. Es una Pentium II que a pesar de que desde hace un mes ya no corre Internet, lo hizo bien mientras pudo. Ha estado ahí en todos mis trabajos más importantes (sobre todo en los que por error borró), en todos mis diseños (sobre todo en lo que por error borró), y en todas las ideas que se me ha ocurrido binarizar. Si alguna vez se dejó seducir por virus desconocidos que sólo luego supo reconocer como dañinos, sé que también fue por error. Sí, su fin está cerca y consecuentemente he tenido la precaución de hacer backups de sus memorias y en un acto terapéutico la he aliviado de programas demasiado pesados para su edad. La vida continúa sin embargo, y procurando evitar que mi último semestre en la universidad me encuentre sin computadora, he decidido comprarme una computadora de regazo o computadora cuaderno, esto es, una laptop. A pesar de que recién la tendré en una semana, mi nueva compañera me ha prometido dejarme diseñar, escribir en word y chequear internet al mismo tiempo.

Te voy extrañar ser binario 1.